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Ella ya despertó

Un sollozo suave y continuo se escapa de Benedict al oír aquello. Una mano arrugada se posa en su hombro para contenerlo.

—Llora todo lo que deseas, Benedict. Es normal sentir dolor por la pérdida de nuestros seres queridos. Solo no olvides que hay alguien, sangre de tu sangre, que te necesita, no ...