Read with BonusRead with Bonus

Eleonor se queda

—Por favor, Egil —suplica Adelaide, intentando acercarse, pero dos guardias se lo impiden—. Es solo una bebé que apenas está aprendiendo a gatear, por favor, no le hagas daño.

Los capataces se conmueven con el llanto de dolor de Adelaide, Egil también, pero no lo demuestra.

—¡Vete a tu finca! —Or...