Read with BonusRead with Bonus

Cristales rotos.

Mi abuelo entró en la habitación con una botella del vino más fuerte de la mansión. Se sentó en silencio y dejó un vaso frente a mí.

—¿Por qué no lo detuviste? Deberías haber enviado a tu hijo a la cárcel, ¿por qué lo protegiste?

—Había perdido a tu padre y a mi nuera, no podía perder a otro hijo....