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Tormentas de emociones

—¡Maldita perra! —dijo con enojo, recogiendo sus cosas y caminando directamente hacia el coche de policía.

Andreia se rió mientras se subía al coche de policía para explicar. Saludó y lanzó besos con desdén.

—Señora, puede venir con nosotros a hacer su declaración —le pidió amablemente el policía....