Read with BonusRead with Bonus

89

—Ah, Malu... Está bien. Te prometo que no te llamaré tía nunca más.

—No puedo.

—Tienes el resto del día libre, ¿cuál es la prisa?

—Cosas que hacer. —le respondí a Igor, tratando de no mirarlo.

—Quédate, Malu. Prometo comportarme.

—¿Es una broma?

—Ya somos adultos, ¡vamos! Te invito una bebida. ¿Bebe...