Read with BonusRead with Bonus

48

Luego se acercó, besando mi frente. Cerré los ojos, disfrutando la sensación. Luego, se fue. La cercanía de su cuerpo desapareció. Y me quedé sola. Otra vez. Se había ido. Y la verdad de sus palabras aún me hacía estremecer y vibrar. No sabía qué hacer. ¡Ni siquiera sabía qué sentir! Estaba aterrada...