Read with BonusRead with Bonus

30

—¡Pues yo sí! ¡Así que... ¡Lárgate! ¡Y deja de golpear mi puerta! —grité de vuelta, más histérica que Ceci.

—¡MALU! ABRE LA MALDITA PUERTA.

—¡MUÉRETE! —grité, arrojándome sobre la cama y encendiendo la radio al máximo volumen, esperando ahogar los gritos de Ceci detrás de la puerta. Caminé hacia e...