Read with BonusRead with Bonus

Capítulo cincuenta y cinco

El sol de la mañana aún no había asomado en el horizonte cuando me encontré una vez más en el aire frío y mordaz de la arena. El vasto espacio circular se extendía ante mí como un campo de batalla personal, y en su centro estaba la Comandante Lynne, con los brazos cruzados, sus ojos afilados observá...