Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y ocho

Me detuve al llegar al claro, mi respiración entrecortada mientras mi pelaje brillante se apagaba levemente. Mis pensamientos eran un torbellino caótico, cada uno más asfixiante que el anterior.

La revelación de Mariah resonaba en mi mente.

—Él era tu padre... tu madre se quitó la vida...

Me dejé...