Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y siete

—No. —Sacudí la cabeza, mi voz elevándose—. Eso no es cierto. Dime que no es cierto.

El rostro de Mariah se arrugó y apartó la mirada, sus manos apretándose en su regazo—. Ojalá no fuera cierto —susurró—. Pero se han ido.

La miré, mi mente dando vueltas. La esperanza que había estado ardiendo tan ...