Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ciento sesenta y nueve

El mundo parecía contener la respiración mientras cruzábamos hacia el corazón de la base militar, el silencio inquietante de la noche roto solo por el sonido del viento y nuestros pasos. El aire se sentía pesado con anticipación, y mi corazón latía con fuerza en mi pecho, no por miedo, sino por el p...