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Capítulo 46. ¡Por favor!

Leandro sintió un escalofrío recorrer su espalda, sus piernas casi perdieron su fuerza al sentir la pequeña y cálida mano de Isabelle sobre su duro pene. El grito que abandonó su garganta fue sorprendente incluso para él.

—Isabelle —musitó luego de haber gritado su nombre.

Ella sonrió, dejó la peq...