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Gracias

Maritza

Mi cuerpo estaba completamente erizado y mi piel parecería que se había congelado eternamente, jamás se me hubiera ocurrido semejante estupidez ¿en qué estaba pensando?

Mi hijo me necesitaba, esto se me había salido de las manos, estaba perdiendo la razón esta vez debía parar.

Como pude a...