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La muerte visita el jardín

A cada segundo que Basima duda, se alejan nuestras posibilidades de escapar del traidor. Observo en vano que una reacción de su rostro me delate lo que piensa. Sus manos heladas me traspasan sus miedos, pero me he propuesto mantener la calma y lo intento a toda costa. Al fin, ella avanza hacia mí...