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Capítulo 51: ¿No soy tu esposa?

El sol poniente pintaba rayas doradas a través de mi dormitorio en el ático, proyectando largas sombras sobre la variedad de regalos elegantemente envueltos esparcidos en mi cama. Mis dedos trazaban los bordes de la pequeña caja azul de Tiffany's, con el corazón acelerado a pesar de mis intentos de ...