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Capítulo 247: El bebé se fue

Mis dedos tamborileaban contra la mesa de conferencias de caoba pulida mientras terminaba la reunión de revisión trimestral. El sol de la mañana que entraba por las ventanas de piso a techo proyectaba largas sombras en la sala, reflejando mi ánimo cada vez más sombrío. No podía sacudirme la sensació...