Read with BonusRead with Bonus

198. ARRASTRARSE

ESA NOCHE

Esa noche, a pesar de su audaz anuncio de que no dormiría, Lilly finalmente se quedó dormida—mucho después de su hora de acostarse. Zaley, sin embargo, no lo hizo.

Estaba en su oficina de nuevo, encorvado sobre su sistema, el resplandor azul de la pantalla proyectando sombras tenues por t...