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Capítulo 365 El ayudante de Pablo

Ernest sabía muy bien que en este infierno, esta gente no se andaba con rodeos. Sus manos estaban manchadas con innumerables vidas, y su crueldad y brutalidad eran infames. Al ver al tipo con pantalones de camuflaje dar un paso adelante de nuevo, Ernest apretó los dientes y dijo:

—Tengo dos pregunt...