




03
El domingo llega demasiado pronto y no tengo nada que hacer ese dÃa, de hecho, me siento aburrida e intento matar el aburrimiento al empezar a limpiar mi habitación. No es que nunca lo haga, lo que pasa es que estaba muy ocupada yendo a trabajar temprano a la boutique, y luego llegando tarde a casa. Casi nunca tenÃa tiempo de poder arreglar mi dormitorio. Ahora que no tengo que ir a trabajar, aprovecho para hacerlo y asà quedar satisfecha con mi sitio limpio. Es importante mantener un espacio limpio y ordenado.
Mi madre aparece cuando estoy aspirando la alfombra y se me queda mirando con sorpresa, parada todavÃa en el umbral. Me detengo un momento para mirarla. Trae algo en la bandeja, sé que es comida.
—Hija, todavÃa no has desayunado y ya te has puesto a limpiar. Además, yo lo harÃa. ¿No sabes que es importante tomar el desayuno para comenzar bien el dÃa? y tú te lo has saltado, y eso no es algo bueno. Asà que deberÃas de no hacerlo otra vez.
—Es porque he comido demasiado anoche que todavÃa no tengo hambre, pero terminaré de hacer esto para bajar a desayunar, te lo prometo —le menciono para dejarla tranquila, y mi madre asiente.
—Bueno, eso espero. Como ya he comprado, voy a ir al mercado para comprar algunas cosas. ¿Necesitas que te traiga algo? —le pregunto y me quedo pensando.
PodrÃa ser que necesite algo, pero todavÃa lo estoy pensando, no estoy segura...
—No, no lo creo. ¿No deberÃa encargarme de eso también? Has trabajado duro, mamá, asà que podrÃas quedarte descansando. Yo voy a hacer las compras —le expreso, pero no le parece.
—No, créeme que me gustarÃa ir a hacer las compras. Siempre lo haces tú, además de que asà voy a aprovechar para salir un poco. ¿De acuerdo? —me informa.
—Vale, si te sientes bien haciéndolo de esa manera, entonces está bien —le expreso a mi progenitora.
—Bueno, está bien. Se siente bien porque es algo que no hago desde hace mucho tiempo, y por supuesto que te voy a traer lo que necesites. ¿Tienes toallas sanitarias?
—Mamá, ya te dije que no, y sÃ, aún tengo. ¿Por qué no vas ahora? Asà te tardas lo menos posible. ¿No crees? —le expreso y me sonrÃe antes de irse.
Al fin me quedo sola. Continúo con mi labor de limpiar la habitación hasta ver todo en orden y pulcro. Se siente una verdadera satisfacción al darme cuenta de que todo es diferente ahora, no hay duda de que necesitaba este tiempo para poder arreglar mi habitación.
Ahora que he terminado, me siento bien con la actividad en casa. Pero también estoy cansada y aprovecho de tomar una ducha antes de bajar y tomar el desayuno que mi madre me ha preparado a mÃ, porque si vuelve antes de que me lo haya comido, sé que me va a regañar. Asà que ya estoy comiendo.
Es un desayuno americano perfecto que me hace sentir mejor y me da la energÃa que necesito. Ya empiezo a sentirme más animada, con ganas de hacer más cosas. Es inevitable vino a verme a la pulsera atada a mi muñeca y recordar a Zared, y en consecuencia, lo que ha pasado entre nosotros también regresa a mi mente, y me envuelve de culpabilidad. Ya no quiero sentirme asÃ, pero sigo igual. Creo que deberÃa dejar de usar esa pulsera para aliviarme un poco, pero no quiero hacerlo.
¡Dios! ¿Por qué tuve que ser tan idiota? Fui muy tonta. Lo sé.
Es lo que pienso de mà misma.
Intento dejar de pensar en lo sucedido. Aunque no me quito la pulsera, porque realmente no me quiero deshacer de ella, ya empiezo a ver cuáles son las ofertas de trabajo. Debo buscar algo que me convenga, en lo que pueda ser capaz de dar lo mejor de mÃ. No puedo elegir cualquier empleo sin saber si soy capaz o no de llevarlo a cabo. Es por eso que debo evaluar bien lo que aparece frente a mÃ, solo asà podré escoger algo que me convenga.
No está nada fácil hoy en dÃa conseguir un trabajo, aunque eso no ha sido sencillo nunca, pero esta vez es más complicado que nunca. Aún asÃ, sé que encontraré algo para mÃ. Solo debo ser paciente. Ya lo encontraré.
Desinflo mis mejillas, necesito buscar algo. ¡Dios mÃo, ayúdame! Solo entonces me doy cuenta de que hay un aviso que menciona la solicitud de empleadas para un hotel que está a punto de inaugurarse.
El sueldo es alto comparado con lo que he tenido en mi vida y siento que las palmas me empiezan a sudar, solo de pensar que ya no hay oportunidad para mà porque esta es una oportunidad que ya pudo haberse ocupado por completo. Pero todavÃa puedo llamar a ese número de teléfono que aparece, puedo intentar a ver. Sin embargo, ya me estoy haciendo a la idea de que ya no tendré la chance para no crearme expectativas y luego sentirme mal por eso. Es asà cómo me encuentro llamando a ese número telefónico con la intención de conseguir algo bueno. No sé si podré tener el empleo, ya lo veré.
—Buenos dÃas, ¿estoy llamando para preguntar sobre el trabajo en el hotel? En ese caso, espere unos segundos —me dice una voz femenina que parece transmitir amabilidad robótica, o puede ser que ha recibido tantas llamadas durante el dÃa que ya está aburrida de lo mismo.
Entonces caso, espero hasta que ella me diga si puedo hablar. Ya estoy cruzando los dedos y me siento un poco nerviosa al saber que podrÃa tener esa maravillosa oportunidad o no. Terriblemente, no.
—¿Sigues all�
—SÃ, aquà estoy. Por cierto, me llamo Anastasia Strousman y efectivamente estoy llamando por el trabajo —le explico, ya que ha sido muy directa.
—Perfecto, entonces eres una afortunada al llamar antes. Justo queda un lugar, te dejaré toda la información concerniente para que asistas a la pequeña cita, pero el puesto ya lo tienes asegurado. Es solo para aclarar algunos puntos, asà que solo queda esperar. ¿Tienes un lápiz y papel a la mano?
Lo busco con rapidez.
—SÃ, apuntaré todo lo que me diga —le explico, antes de comenzar a escribir.
Ella ya me está dictando todo lo que necesito saber. Y es algo rápida al hablar, asà que no tengo otra opción que escribir apresurada para no quedarme atrás. También, la ansiedad se está adueñando de mÃ, porque serÃa algo maravilloso poder trabajar allà y podrÃa decir que más rápido de lo que esperaba, he logrado encontrar un trabajo. Dios, todo lo que está pasando es increÃble, hasta ganas de llorar tengo.
La mujer me termina de explicar todo lo que necesito saber para poder ir al lugar mañana. Por lo que me está diciendo, será algo breve, no demasiado tiempo. Eso mismo me está diciendo que yo tengo el puesto asegurado, solo es para aclarar puntos importantes y todo es entendible para mÃ.
Eso lo comprendo.
Finalmente, la llamada se ha terminado y me quedo con la hoja en la que pude apuntar todo lo que me dijo. TodavÃa estoy un poco incrédula, incluso quiero llamar a mi madre para darle esta buena noticia. Pero prefiero esperar a que llegue para poder decirle lo que ha pasado, es algo bueno.
SonrÃo.