Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 20

Elisa miró su ropa empapada y dudó.

—Pero estoy empapada. Voy a mojar tus asientos.

Alfred se encogió de hombros.

—Los asientos se pueden secar. Si te quedas aquí afuera, te vas a resfriar.

Como él insistía tanto, Elisa decidió no hacer un escándalo y se subió al coche.

Una vez dentro, Alfred p...