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Capítulo 426 No más deudas entre nosotros

Los ojos de Emily estaban bien abiertos, inyectados de sangre y aterradores.

—¡Diana! ¡Sálvame! ¡Por favor, sálvame!— Los gritos desesperados de Emily se dirigían a Diana, su mirada fija en ella.

Si no estuviera tan débil y conectada a todos esos sueros, probablemente habría saltado de la cama y s...