Read with BonusRead with Bonus

52

El mundo a nuestro alrededor parecía en silencio, ni siquiera el susurro de pequeños animales o el ulular de los búhos estaba presente.

Fenrir me empujó, presionando mi espalda contra el áspero tronco del árbol, profundizando el beso. El calor se concentró entre mis piernas, y dejé escapar un gemid...