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CAPÍTULO 026: Una reina sin castillo

La miro fijamente. —¿Congelada? Debe haber algún error. ¿Tal vez la máquina está fallando? Esa es mi cuenta. Yo sabría si está congelada.

La expresión de la recepcionista permanece impasible, como si estuviera acostumbrada a lidiar con huéspedes nocturnos que tienen problemas con sus tarjetas. —Me ...