Read with BonusRead with Bonus

¿Por qué no?

El sonido distante del agua cayendo finalmente la sacó de su letargo. Un dolor pulsante entre sus piernas la hizo fruncir el ceño, incómoda. Con la vista, aún nublada por el sueño, dirigió su mirada hacia la ventana. Las cortinas se mecían suavemente al compás de la brisa matutina que apenas se filt...