




Capítulo 4
—El día de hoy aprenderán a realizar una mamada, pero para eso necesitamos con que practicar y como la idea es tener una experiencia más realista, entonces haremos pasar a nuestros voluntarios.
En eso entraron 8 chicos, el primero era chaparro, piel blanca, delgado, el segundo se parecía mucho con la diferencia que era moreno, el tercero era un papacito moreno, alto, con músculos y de ahí no había mucho en que variar, la profesora tomo al negro para hacer la demostración, todos ellos tenían ropa así que no veíamos su pene.
—Antes de bajarle el bóxer tienen que preparar las condiciones, acariciarle por encima, estimularlo, hasta que sienta que ha agarrado cierto firmeza, es ahí cuando pueden sacarlo.
En eso la profesora saca esa anaconda, parecía que tuviera vida propia.
— ¿Cuánto será eso de carne? 50 cm y grueso — dijo una.
—No sean exageradas, apenas son 28 cm, el promedio de tamaño es de 14 a 16 cm, de 17 a 20 se considera más grande del promedio, de 21 a 24 ya es considerado grande y más allá de eso, es enorme.
—Donde le alcanzará todo eso en su boca tan pequeña — expreso alguien.
—A veces no es necesario que nos alcance todo con tal de saber dar placer, en todo caso les enseñaré algunos trucos de garganta profunda, ahora bien los chicos escogerán a una de ustedes, algunas les tocará fácil porque ya están empalmados, otras se llevarán algunos susto, pero no se van de mi clase hasta que no lleguen a correrse ellos y yo ver el semen en sus bocas.
Pensé que el moreno ya no participaría, pero me equivoque y lo peor de todo es que me busco, tenia una ventaja y es que ya no tenia bóxer, pero costaría mas ponerlo erecto ya que acababa de eyacular.
—Desde que entre me gustaste — dijo él
—Así ¿Porque?
—Tus pechos me han cautivado, se ven hermoso.
Sabia que de alguna forma u otra necesitaba salir pronto de esto, en todo caso aquí no valgo nada.
— ¿Te gustaría acariciarlos un poco?
— ¿No tendrás problema?
—Creo que si te acomodas mejor podrías taparme y así me tocarías.
El sujeto dio la espalda la maestra, estiro su mano y la metió en mi sujetador, me empezó a tocar el pezón y me acariciaba el pecho, lo disfrutaba por que su pene empezó a ponerse erecto.
— ¿Te gustan?
—No te imaginas como quisiera tenerlos en mi boca.
—Sabe que eso no es posible, solamente puedes tocar.
Cuando sentí su pene nuevamente solido, lo empece a chupar e imite los movimientos que hizo la profesora con la mano, acariciando todo el pene y los testículos.
—Que bien lo chupas.
El sujeto me agarró de la cabeza y me quería perforar la garganta, no podía sacarla porque sabía que eso significaría castigo, hasta que empezó a eyacular nuevamente, parece que esté tenía un pozo de semen porque fue abundante.
Le hice señas a la profesora y le mostré que había terminado, ella miro mi boca y me hizo tragarlo.
— ¿Que te ha parecido?
—Tiene potencial, sabes que no cualquiera me la para después de la mamada que tú me das.
— ¿Me tengo que preocupar?
—Para nada, tu eres mi favorita, además ese coño que tienes, siempre me vuelve loco.
—Pero estoy seguro que si te la follas a ella, dirás lo contrario.
—Tu sabes a cuántas chicas me he cogido y aún así nunca te cambio.
Varias chicas habían terminado pero 3 aún no lo hacían y hubo una que no logro ni parar el pene de su chico.
—Haber chicas quiero que entiendan algo, cuando estén con un hombre, los primeros minutos son cruciales para seducirlo, si no logran que se les pare en esos minutos, les costará complacerlos en todo el acto, así que estás tres tendrán un castigó.
La maestra saca tres regla de un armario.
—Quiero que se pongan en cuatro y se levanten las batas hasta mostrar sus nalgas.
Ellas no hicieron caso.
—Que esperan, entre más dilaten será peor.
Las tres chicas se pusieron a como les indicó la maestra, les dió las reglas a los chicos y cada uno empezó a darle tres nalgadas a cada una.
—Enseñen a sus compañeras lo que pasaría si vuelven a fallar.
Ellas se dieron la vuelta y la regla estaba bien marcada.
—Ahora váyanse.Nos retiramos del Salón y por la mañana no tendríamos clases, al llegar a la habitación las tres empezaron a quejarse.
—Siento que me quema mis nalgas, no entiendo cómo es posible que algunos hombres no se les pare tan rápido.
—Yo creo que el que me escogió, tenía difusión eréctil porque ni un poquito se paró.
—O cuidado era gay y hasta le dio asco.
Todas se pusieron a reír.
—Oye y tu como le hiciste con ese negro, pensé que te costaría, pero fuiste de las primeras en hacerlo terminar.
—El tipo casi me parte en dos, si sentí ese animal que casi llegaba a mi estomago — dije
—Al menos pudiste con él, sino estuviera con las nalgas rojas como nosotras.
— ¿Que creen pasara ahora?
—No lo se, pero al final ya me he resignado y algo que tienen que aceptar así como yo lo he hecho es que si quieren sobrevivir, tendrán que ceder, sino sufrirán mas de lo que ya han sufrido — exprese.
—Yo también llegue a pensar eso, por eso ahora obedezco cada orden que me dan.
Hubo un silencio total, hasta que alguien decidió hablar.
—Eso es lo que quieren aquí, quebrarnos para que luego seamos una esclava, yo no perderé mi dignidad, aunque me cueste dolor y sangre o quizás muera pero lo haré con mi dignidad.
— Sufrirás bastante, si tomas ese rumbo.
—Ya dije, no me importa, yo nací libre y así moriré.
En eso entra a la habitación 2 supervisoras.
—Tú, ven conmigo — señalando a la que decía que no se quebraría tan fácil.
Todas nos quedamos asustadas, no sabíamos que pasaba, ella estaba más desconcertada que no se movió, vino la otra supervisora y la agarro de su pelo, arrastrándola.
Ellas se fueron y todas nos preguntamos que fue lo que había pasado, hasta que alguien disimuladamente nos enseña que hay una cámara en la habitación.
Al menos yo no mencioné como fue que logré que se le parará al negro, sino también hubiera ido yo con ella, todas estábamos asustadas, no podíamos hablar de cualquier cosa con libertad.
Las horas pasaron y tuvimos nuestra segunda clase del día, aquí aprenderemos a dar masaje, nos pusieron en pareja, pero al faltar una, alguien se hizo con la profesora, todas quedamos totalmente desnuda.
—Hay clientes que no solamente las buscara por sexo, también porque desean eliminar el estrés por trabajo, una mala relación o cualquier otro motivo, para eso tienen que aprender donde acariciar, la fuerza necesaria para hacer eso y claro llevarlo a que terminen teniendo sexo, eso si, nunca obliguen a un cliente tener sexo, hemos tenido caso, que el cliente solo desea un masaje relajante y la acompañante quiere imponer tener relaciones, entonces el cliente termina quejándose con nosotros, no hay pago y por ende castigo para ustedes.
— ¿Como saber si quiere tener sexo?
—Algunos te lo dicen al comienzo, otros cuando uno intenta tocarle su pene las detiene y les dicen que no, entonces ustedes se tienen que limitar a lo que el cliente dice, es mas hay veces que el masaje que realizaran es un masaje común, ya que yo les enseñare un masaje común sin provocación y otro que una ocupa su propio cuerpo para provocar al cliente, eso si nada de calenturas hoy.
— ¿También tendremos sexo con mujeres?
—Aquí viene toda clase de persona, desde un adolescente con dinero que paga por privacidad, hasta lesbianas reservadas, que ante la sociedad tienen que actuar como cualquier heterosexual, conocidas por ser personas sin parejas o tal vez tienen algún amorío con alguien para aparentar, pero en lo mas profundo lo que mas desea es comer una vagina, tenemos salón para masoquistas, hay de todo.
— ¿Quiere decir que el cliente podrá hacer con nosotras todo lo que desea?
—Entiendan algo, ustedes son nuestras esclavas y su cuerpo nos pertenece, así que el cliente puede hacer con ustedes lo que deseen, eso si menos cortarlas o matarlas, pero de ahí tienen permitido muchas cosas, eso si dependerá de lo que pague, porque lo mas básico es solo un servicio de 20 minutos solo para una cogida rápida, ahí obviamente al cliente se le restringe mucho, pero alguien que pague un montón de dinero es obvio que podrá disfrutar mas con ustedes, ahora menos charla y mas practica.
La profesora inicio aplicando un masaje lento con algunos aceite a la que estaba con ella, llego un momento que ya de un masaje común y corriente paso a ser erótico donde empezó a ocupar los pechos para frotarlo en su espalda, al darle vuelta se dedico bastante en sus pechos, hasta llegar a su vagina, donde termino metiendo un dedo y luego se detuvo.
—Esto es muestra que el masaje si funciono, ella esta caliente y lista para tener un buen sexo, pero como no es el objetivo de la clase, se quedara con las ganas, ahora es el turno de ustedes.
yo comencé dando el masaje a mi compañera, al parecer es muy sensible a las provocaciones por que cuando me subí sobre ella para estimularla un poco mas y le puse mis pechos en su espalda, se le salio un pequeño gemido.
—Parece que alguien es calenturienta, pero se tiene que aguantar las ganas — dijo la profesora.
Continué y le di la vuelta, estuve con sus pechos y aproximaba mi cara cerca de ellos, pero sin dejar de masajearla, la piel se le puso erizada y cuando llegue a su coño estaba mas que mojado, al meter un dedo parecía que lo hubiera metido en algún recipiente con liquido, por que estaba re-empapado y ella suelta un gemido sin contenerse.
—Ustedes dos cambien, sino esta quera mas — dijo la profesora.
Ella no comenzó a como debería de hacerlo, la misma calentura la hizo ir directo a un masaje erótico, pero yo lo sentía tan agradable que no dije nada, sentía esas manos tan suave recorriendo por todo mi cuerpo, y cuando me dio la vuelta de una manera u otra llego a lamerme los pesones sin que la maestra se diera cuenta, eso hizo que me humedeciera, ella estaba feliz de haberlo logrado por que metió dos dedos, saco mi jugo y luego se chupo el dedo como si fuer su premio.