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Llegamos a una habitación donde la mayoría de las chicas estaban dormidas y desnudas.

—Quítate la ropa y te recuestas, cuando despierten todas te levantas con ellas.

Todavía me dolía el cachete por la cachetada que me dieron, aquí habían tres mujeres y dos de ellas tenían garrotes en sus manos, as...