Read with BonusRead with Bonus

Sombras del deseo

Todavía estábamos enredados en un beso apasionado cuando mi teléfono sonó, sobresaltándonos a ambos. Nos separamos, riendo por la repentina interrupción y la incomodidad del momento.

—Es mamá—dije, tomando tres respiraciones profundas antes de contestar.

—¿Cuándo vas a regresar?—demandó, sin ningú...