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Nimeria

A nuestra derecha, el río fluía, sus aguas brillando a la luz de la mañana. El camino por delante se extendía largo y serpenteante, descendiendo la colina con una pendiente suave. Afortunadamente, no era demasiado empinada, pero el viaje que nos esperaba aún se sentía difícil.

Con cada paso, todaví...