Read with BonusRead with Bonus

Amarga realidad

Su voz se quebró en las últimas palabras, su pecho subiendo y bajando con el peso de su furia, su dolor. El fuego en sus ojos ardía más brillante que nunca, una promesa de venganza que no quedaría sin cumplir.

Entrecerré los ojos hacia él, mi tono más suave pero aún firme mientras ofrecía:

—Si qui...