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Los comensales y las conversaciones profundas

Llevamos horas en la carretera y Zaid no ha dicho una palabra.

En su defensa, yo tampoco, pero no quiero ser la única en romper el hielo entre nosotros. El zumbido del motor y el ritmo de las llantas contra el asfalto son los únicos sonidos en el coche.

Deslizo mis ojos para mirar el perfil de Zai...