Read with BonusRead with Bonus

De manos atadas

Pasaron dos semana y Anna ya está cansada de qué día tras día lleguen flores e incómodos mensajes. Ella no sabe qué hacer con todo esas cosas y lo entra en una caja que está colocada detrás de la puerta.

—¡Ay amiga! ¿No se piensa cansar Nelson? Que termine ya, con estas estupideces.

—Ni lo menciones...