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Capítulo 36

Lucciano sonrió al verla ahí indefensa y a disposición suya, fue al  pequeño mini bar cogió unos cubos de hielo y se acercó a ella, la miró fijamente a los ojos.

— Cierra  los ojos y siente me, deslizó muy despacio el hielo por sus labios. Lo fue bajando por su cuello, Luggina se estremeció no por e...