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Medidas desesperadas

Él asintió y se marchó, Lina tenía un brillo en sus ojos y también el querido al saber que tendrían 50 mil dólares en la bolsa sin esforzarse en lo más mínimo.

—  Te aseguro que cuando te pague la mitad de la casa me voy a cobrar todo esto y a usted —  le dije señalando al tipo —  le advierto que d...