Read with BonusRead with Bonus

40

"No eres nadie para mí", comenta en tono seco, y yo abro la boca y la cierro. Si no me quería allí, entonces me iría.

Enojada, tomo mi cartera y salgo de la habitación. Pensé que habíamos cambiado y que estaríamos juntos.

Con lágrimas en los ojos, me quedé en el pasillo del hospital. Llamé a Melis...