Read with BonusRead with Bonus

39

Briana.

No puedo creerlo. Me acerco a él, sin poder comprender sus palabras. Sostengo su barbilla y veo que, efectivamente, sus ojos no me están viendo.

"¿De qué me estás hablando?", le pregunto confundida, sin querer aceptar sus palabras.

"No… puedo verte", repite.

En ese instante, mi corazón s...