Read with BonusRead with Bonus

18

Mi madre sigió dormida, y yo me sentí más culpable que nunca en mi vida. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Me senté a su lado, y no solte su mano.

—¿Quieres que vaya a buscar a Emma? —sugirió Eduardo y yo asentí.

Solamente quería estar con mi mamá, entonces Eduardo desapareció y yo me quedé con ma...