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17. Él iba, ella venía

Los ojos de Atenea se humedecieron un poco al despedirse nuevamente de sus padres, quienes solo estuvieron presentes en la ceremonia y la recepción. Ahora, al haber concluido ambos eventos, debía presenciar su partida una vez más.

Esto la hace darse cuenta sobre la dificultad de mantenerse lejos de...