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¿Bastante fácil para quién?

Son más de las once de la mañana cuando me despierto. Jake todavía está durmiendo profundamente a mi lado y no me muevo, en cambio lo miro por un rato. Mis sábanas blancas están enrolladas hasta sus caderas, exponiendo todos sus músculos y sus tatuajes. Nunca quise un tatuaje. Siempre me han parecid...