Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 128: PERFECCIÓN.

CAPÍTULO 128: PERFECCIÓN.

—¡Sí! —gimió Liana en voz alta, disfrutando de la lengua de su marido jugar con su clítoris. Su cuerpo se estremeció por el orgasmo, y Artem se deleitó con cada momento, saboreándola como si fuera el manjar más exquisito que jamás hubiera probado.

—No hay nada en el mundo...