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CAPITULO 38

En Moscú, donde estaba la principal empresa de Pétrov, estaban Mijaíl y Dominik en la oficina con la puerta cerrada, demostrándose su amor por medio de besos profundos y sus manos acariciando sus cuerpos. Los empleados estaban enterados de su inmenso amor, por eso no existían murmuraciones ni crític...