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No es Layan

Layan abrió su boca dejando que sus colmillos soltaran la piel tierna e irritada que antes estaba en ella. Bajo él, el cuerpo de Priscila se desplomó completamente inconsciente. No sabía cuánto tiempo había estado así, mordiendo su piel y marcándola como suya, pero su nudo ya comenzaba a ceder en el...