Read with BonusRead with Bonus

Tu celo es mío

Priscila se removió ligeramente una vez que su conciencia volvió. Algo la tenía férreamente sujeta sin darle libertad de movimiento. A pesar de haber frío, también había calor, uno cálido y acogedor que la hacía sentir protegida…querida.

Abrió los ojos de golpe.

¿Sentirse?

¿Protegida, querida?

Eso e...