Read with BonusRead with Bonus

Entre sus brazos

—¡Dios!— Anastasia empieza a llorar muy desesperada, y la señora Camelia se acerca para darle un fuerte abrazo, para que sepa que no está sola

—haz bien las cosas hija, no puedes ocultar tu embarazo a Sebastián

—me va a rechazar mamá, sé que sí— Ana se aferra al abrazo de su madre

—dile que no te ha...