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¡MI MADRE ESTÁ MUERTA!

Sebastián mira a su alrededor y luego al ver a la señora Camelia sonríe levemente, aunque no tiene ánimos, no quería dejarla plantada.

—buenas noches señora— la saluda Sebastián siendo muy cordial

—Hola Sebastián, gracias por venir, por favor, toma asiento— Sebastián se sienta—¿Quieres café?

—no gr...