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Yo le entrego mi alma

—señor...— susurra ella tan perfecto, que literalmente provoco pensamientos oscuros a Sebastián

Ella cierra los ojos, y lo peor es que él puede escuchar la respiración pausada de ella.

Sebastian sigue subiendo y al tocar la parte herida, ella se queja.

—debiste decirlo a tiempo, se van a formar v...