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¡Solo un mes, si no te destruyó!

—¡Madre!— el clamor de Anastasia, no es suficiente, la enferma la retira la de la habitación y ella llora de manera desconsolada —¡Dios no te lleves a mi madre, la necesito conmigo por favor!— se desliza Anastasia por la fría pared del pasillo, quedando acurrucada, se aferra a sus pies hundiendo su ...