Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 41

Después de darle un té a Luisa, y convencerla de que sería uno más y ya, Evangelina subió con su marido a la habitación. Estaba feroz por tenerlo, y él lo sabía muy bien.

Se metió en la ducha por largas horas, para difundir su cuerpo en un baño de rosas y usar todas las cremas con olores que le enc...