Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 35

Santino estaba colgado de una cuerda, mientras pataleaba a punto de asfixiarse.

— ¡No! —gritó Eva desesperada al verlo rojo, casi ahogado.

— ¡Por favor, Santi! ¡Aguanta por dios! —gritó corriendo a la cocina para tomar unos cuchillos, y cortar la cuerda.

Las manos de Evangelina comenzaron a sudar ¿P...