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Otra vez sola

Nebraska podía jurar que su corazón se saltó un latido. Ante ella estaba el cuerpo de su esposo y de su hijo, inconscientes en el suelo. Todo había sido muy rápido. Segundos antes, ellos estaban compartiendo junto a la manada, y ahora estaban allí.

-Ne..., Nebrask...., Nebraska- el sonido de su nom...