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Ya no estoy sola

Hades no podía creerlo

Se había lanzado. Sin pensarlo. Sin saber dónde estaba.

Retornó tan rápido a su forma humana que incluso le dolió. Corrió hacia el borde el balcón mirando hacia abajo y ver caer la loba desde el segundo piso, hasta caer en el primero, sobre la alfombra que debía haber amortigu...